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El término kuei designa en mandarín (pinyin gui), al espíritu maléfico o demonio, al fantasma malvado que ataca a los seres vivos para hacer que su alma lo reemplace en el infierno.

Designa los espíritus desencarnados, demonios, espíritus de los muertos, fantasmas y duendes. El pictograma es uno de los más antiguos del idioma y representa un ser de apariencia terrorífica. Aparece con frecuencia en los antiguos huesos oraculares. Es un carácter primitivo o radical, mientras que otros correspondientes a alma, espíritu o aliento vital son compuestos, lo que sugiere que fueron inventados más tarde. Se suponía que los kuei shên (que corresponden al p'o y al hun, los elementos vitales) seguían vivos todavía un tiempo después de la muerte bajo tierra y que se sustentaban de los sacrificios hechos a los antepasados. Un enterramiento indebido, la falta de los sacrificios debidos, la muerte violenta o en circunstancias deshonrosas o desastrosas, etcétera, podían dar lugar a la aparición a los vivos de los kuei en forma de espíritus maléficos o demonios capaces de hacer daño a los vivientes. El shên era el espíritu reencarnado. El folklore chino está lleno de relatos sobre kuei.

Fuente

• S. G. F. Brandon, Diccionario de religiones comparadas, 1975, II, p. 918.